En Venezuela y en diferente partes del mudo, se
desarrollan en las cárceles, unas series de negocios “ilícitos” que bordean las
leyes y se convierten amables a los ojos permisivos de un sistema que
indudablemente esta corrupto. La situación no es nueva ni para los medios de comunicación
ni para la población en general. Desde que empezaron a circular por Youtube
videos que provenían desde los adentros de las cárceles, se empezó a notar algo
muy curioso: ¿ Cómo se explica que una persona privada de libertad tenga un
Black berry en su celda? Y para rematar, con acceso a internet?. Las señales se
estaban enviando; era evidente que dentro de esos centros se estaba “cocinando
algo” lo que pasa que el cuento del Periodismo Ciudadano y enredado con el
asunto de las redes sociales, permitieron dibujar aun mas la situación clara en
las que ellos estaban. Aparentemente, al Gobierno se le fue de las manos el
problema carcelario, y mas que al gobierno a las personas que les toca dirigir,
organizar y administrar los centros donde supuestamente “ellos se van a
corregir”.
Lamentablemente, cada día que pasaba,
más y más información extraoficial se dejaba colar por fuera de los muros
protectores de las cárceles, sobre todo en aquellas que se encuentran dentro o
muy cerca a las ciudades. Los presos armaron como una pequeña ciudad dentro de
los recintos, obviamente como toda manada necesita de un líder, a lo que ellos
denominaron: el pran. Caso seguido, este individuo con ciertas características de
poder cobra a los demás presos por ciertos privilegios de estar allí, de acuerdo
con el portal de internet: www.reportero24.com en los penales hay entradas
monetarias para los líderes que van desde el pago de la “causa” que hacen los
reclusos, hasta la venta de drogas, indican voceros extraoficiales. Para nadie
es desconocido que esto suceda allí, porque si algo tienen las redes sociales
es que información de la vida real salen a través de ellas. En la nota que sale
publicada en línea, sigue lo siguiente: “En El Rodeo I se cobraba entres 60 y
200 bolívares, eso de acuerdo al estudio socioeconómico que hiciera “el
gobierno” a cada recluso. La forma para ese análisis tomaba en cuenta el delito
por el cual estaba preso. Si era uno común, como el robo genérico, le permitían
cancelar el monto mínimo, si había entrado por delitos como secuestro,
extorsión o droga si tenían que cancelar más. La mayoría pagaba solo 60
bolívares. Si los 3.800 internos hubiesen cancelado solo 60 bolívares, en un
año, esa sola población movía 2,4 millones de dólares, libres de impuestos. Sin
embargo, ese no era el único ingreso que se movía en esa cárcel. El ex recluso
consultado explicó que además entraba dinero por los pagos de protección
personalizada, la venta de alcohol, la de droga, la de los alquileres de
espacios para puestos de teléfonos y comida y hasta lo que se generaba por los
delitos que se planificaban y monitoreaban desde ese penal”.
Así mismo vale la pena destacar que
los pran no sólo utilizan el dinero para causas ilícitas sino también para
causas sociales, tal vez con un objetivo de callar un poco las voces en su
conciencia. En una nota publicada en el “Diario La Antena” de fecha 16 de mayo
de 2012, salió una señora reseñando que ella y su hijo eran beneficiaros del “Tren
del Sur” y de la Fundación “Ugueth Urbina” ya que ella necesitaba para su hijo unas
terapias con delfines en la ciudad de Margarita y lo cual iba a ser costeado
por dichas organizaciones. Se nota entonces, que lo esta relatando el preso en
anonimato en la nota anterior, se “deduce obviamente” que dentro de las
cárceles se mueve mucho dinero. Ya casi para finalizar, si la economía ha
dividido varios sectores de producción por nombres, como por ejemplo a los
buhoneros, los llaman “economía informal” que tipo de nombre a nivel económico merece
este tipo de interacción monetaria que se produce allí adentro? Tal vez
economía carcelaria? Veremos en que pueda parar todo esto!!
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