jueves, octubre 19, 2017

RELATOS GUARIBEROS: "Don Celestino Marrero, un libro abierto"

Por: Msc Soraya Gonzalez Rojas

       Con un cartelito que dice: "Dios bendiga al que entre a esta casa, proteja al que sale y de paz a quien se queda", así nos recibe el hermoso hogar de Don Celestino Marrero, a quien consideramos los guariberos como un libro abierto. Con especial cariño nos abrió las puertas de  su casa de habitación ubicada al final de la calle Bolívar, lugar mágico, muy cerca del Calvario,  donde las   plantas ornamentales  embellecen el espacio y alegran la vista de todo el que visita.

     Don Celestino Marrero Itriago es nativo de un caserío llamado Golfo Rico, allí vivió  algún tiempo y luego  se trasladó con sus padres  al caserío el Pionío, ambos en el estado Anzoátegui.  A los 10 años de edad se fue con sus progenitores a vivir a Valle de Guanape (estado Anzoátegui) a donde se arraigaron buscando mejores condiciones de vida para levantar a la familia. Su padre José Isabel Marrero,  nativo del estado Miranda  y su madre  Italia Itriago de Marrero, nativa de Valle de Guanape.   Durante su niñez, tuvo la oportunidad de compartir juegos propios de la época, con familiares, amigos y vecinos de los cuales recuerda a Eleazar Palacios, José Rojas y Juan Bautista Rojas Guaz,Pedro Velázco, Ramonita Salazar, entre otros. Su núcleo familiar estaba conformado  por   8  hermanos, más él, estos fueron:  Margot, Sara, Consuelo, Martha, David, José, Caridad y Luís.


     Con mucho orgullo nos comenta que no tuvo mucha escuela, que solo llegó a tercer grado, pero que tenía muchos conocimientos porque le gustaba leer y compartir con personas mayores que él y que fuesen bien preparadas para aprender de ellos.  Se inició a trabajar a temprana edad como repartidor de telegramas, donde manifiesta haber aprendido mucho con el telegrafista Arcini Pinto, a quien veía redactar, escribir y puso especial empeño en estas actividades, tanto así que desarrolló una letra maravillosa, la cual muchos deseaban  tener. Se desempeñó como suplente en el juzgado y esto lo llevó a aprender a redactar documentos. Fueron muchas las actividades que aprendió a hacer estando en Valle de Guanape y solía además frecuentar mucho a San José de Guaribe a realizar diligencias, hasta que para el año 1958, decidió establecer su residencia en este pueblo. Estando aquí, por recomendación de Antonio González Álvarez, asumió la administración de Corpomercadeo donde estuvo durante casi dos años, al liquidarse esta empresa, le dieron la oportunidad de quedarse con la existencia, y gracias al apoyo del profesor Blas Carao, le dieron la facilidad de montar su propio negocio, el cual se fue ampliando poco a poco. También trabajó durante 10 años consecutivos con el señor Gerónimo Hermández, quien era el propietario de la única bomba de gasolina del municipio, en donde Don Celestino se desempeñó como chofer del vehículo que trasladaba el combustible. Comenta con mucha gracia que  eran infinitos los favores que la hacía a la gente de Guaribe, mientras estuvo cubriendo esta ruta de Guaribe a Puerto la Cruz y viceversa, cargando la gasolina y gas.oil. Le traía a las personas, repuestos de carro, implementos  de soldadura, medicinas, oxígeno para la medicatura, entre otras cosas. Para ese entonces la carretera era de tierra, salía de Guaribe a las 4 de la mañana, pasaba tomando su cafecito por donde Celestino Rivas, y venía llegando a las 9 o 10 de la mañana. También se desempeñó como prefecto en el año 1974,  trabajó como chofer durante años para la linea Valles del tuy, cargando pasajeros de Guaribe a Altagracia de Orituco, también manejó  en la  linea CAMAG (linea de autobuses). Era muy solicitado por algunos guariberos como Tomás Ramos, Rafael Esteban Rojas, entre otros, para hacer viajes particulares, ya que además de ser muy agradable de viajar con él, era uno de los pocos que poseía licencia de conducir. Fue presidente de la Junta Comunal, y en su gestión, consiguió la creación del  cuarto y quinto año de bachillerato del Liceo Diego Bautista Urbaneja,ya que solo  existía 1°, 2° y tercer año; contribuyó en las gestiones para construir el sistema  red de cloacas, plantas para el alumbrado, ya que Guaribe no gozaba de luz eléctrica permanente, entre otras cosas. Después de tantos años  de haber cumplido diversas funciones, se dedicó nuevamente a  atender su comercio, en un local ubicado en la calle Zoila Lara, muy cerca de la EBB "Monseñor Crespo", otorgándole la alcaldía posteriormente el título de propiedad de esta infraestructura, el cual pertenecía a la municipalidad,  las autoridades de esa época, como un reconocimiento a su constancia y
rectitud en el trabajo, le otorgaron la legalidad de la misma. 

Participó durante muchos años en los comité de las Fiestas Patronales del municipio. Miembro fundador del Club de Leones, en donde tiene 50 años participando como socio, lo que llevó a esta organización a hacerle un merecido homenaje en el mes de julio de este año 

Don Celestino y Doña Amalia

Don Celestino

Don Celestino y Soraya

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