martes, mayo 01, 2018

Crónicas de Guaribe: JULIAN ARAGORT BANDRES


Crónicas de Guaribe
Msc Soraya González Rojas
Cronista Oficial Municipal.
JULIAN ARAGORT BANDRES
Julián Aragort Bandres nació en San José de Guaribe el 02 de marzo de 1887 en la casa que cobijaba el Samán de Candelaria. Sus padres fueron: Leonardo Antonio de la Trinidad Aragort Ruiz (*1841) y Paula Bandres (* 1855- +1904) casado con Doña Margarita Rojas (* 10 de enero de 1894 + 12 de febrero de 1972) de cuya unión nacieron nueve hijos: Ligia, Guillerma, Urania, Elba, Dante, Gloria, Julián María, Margarita y Aura Rafaela Aragort Rojas. Fuera del matrimonio tuvo dos hijos con la señora Teodosia Rangel, cuyos nombres son: Esperanza y Elías Rangel. Con la señora Emperatriz Bustamante tuvo un hijo, cuyo nombre es José de Jesús Bustamante (El Indio), y con la señora Mercedes Rivas tuvo una hija que llevó por nombre Sabina Rivas. Fue criador y agricultor, hombre de largas historias, de cuentos libidinosos, también laboró con el General Arévalo Cedeño acompañándolo y ocultándolo en las huestes del tiempo de Gómez, contaba que cuando la Libertadora, estaban en Guaribe, antes caserío, los Generales Lorenzo y Maximiliano Guevara que comandaban alrededor de 500 hombres, tenían el Samán de Candelaria de blanco de tiro, por lo tanto los vecinos se extrañaban de que no se hubiera secado.
Según información de su nieto José Vicente Armas Aragort, el abuelo era jocoso, bromista, humorista, todo el tiempo andaba alegre, él recuerda que una vez metió para la habitación a los cinco (5) nietos varones- de la descendencia de Urania y les dijo “ En este tubo van a ver una mujer desnuda, péguenselo bien del ojo y le dan vuelta” recuerda que estaba emocionado y le decía “ abuelo ahí no se ve nada” y contestaba “pégatelo más fuerte del ojo”, en fin nunca vio nada, se hacía el bravo y terminaba diciendo “que muchacho tan pendejo, para fuera, que venga el otro”, al salir a la sala estaban Don Rafael Elías- su padre y Doña Urania –su madre- junto a sus hermanas con grandes carcajadas y le mostraron un espejo, y el tubo que les puso el abuelo en el ojo, lo que les dejó un circulo negro de carbón alrededor del mismo; ya que lo que hacía era tiznar el tubo en la orilla para que se les marcaran los ojos de carbón. Y así fue con todos, quizás con sus otros nietos o algunas personas de confianza. Siempre tenía algo en sus manos para echar broma, tanto a muchachos, jóvenes y adultos
Falleció en San José de Guaribe el 22 de enero de 1972. Segura estoy de que hay mil cuentos más de Don Julián Aragort.
Agradecida de mi prima Lisbeth Bustamante B por facilitarme la fotografía, y de mi amigo Jesús Rondón por colaborar en su restauración.


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