Crónicas
de Guaribe
Soraya
González Rojas
Cronista
oficial Municipal
Gabana64@hotmail.com
El Gran
Chalino
Su sonrisa
era libre y fresca como el viento que se respira en los Valles de Guanape, su
tierra natal. Tan sencillo como Luis Mariano y tan grande como el Quijote. Así
fue Chalino. Así lo veía yo. Fue uno
de esos personajes que aunque no se conocen mucho a nivel nacional, con la
relevancia que merecen, su propia humildad los hace auténticos y firmes
representantes de un pueblo.
Ese
era“Chalino”, cuyo nombre real era Jesús Rosalino Figueroa, el menor de una
familia de cinco hermanos y una madre que lo fue todo en el hogar. Es el tercero en gerarquía de los
violinistas de Guanape, desde niño tuvo aficción por hacer sonar cualquiera de
los instrumentos musicales, conocidos en el pueblo, fue un autodidacta que
recorrió con su talento musical distintos caminos de Venezuela, que dejó una
obra editada y que más allá de su espacio natal, recibió aplausos en otras
fronteras, a las cuales ofreció la inconfundible forma de ejecutar su
violín. Desde que tuvo uso de razón,
su mamá lo llamó “Chalino”, de Rosalino , apodo
que, sin proponérselo, llegó a suplantar su nombre real.Tanto así que si
usted va y pregunta en una calle de
Guanape, dónde vivió Jesús Rosalino
Figueroa, nadie le va a decir... pero si le preguntan por Chalino, la cosa
cambia, todos saben dónde vivió.
Chalino
nació, creció y murió en la misma casa familiar, una sencilla vivienda con
paredes de bahareque y barro, techo antiguo de zinc, donde solía recibirnos con
la alegría de un niño.Tuvo la oportunidad de formar parte del conjunto Unarí,
con el cual recorrió parte de país y fueron innumerables los reconocimientos
recibidos. Con ellos grabó un extraordinario CD, auspiciado por la Dirección de
Cultura del estado Anzoátegui.
Los
aplausos más grandes de su vida los escuchó en la madre patria – ha dicho-
todos para su música, para nuestra música. La gente se volvía loca cada vez que
tocaba
Chalino
marcó historia también en la vida de
San José de Guaribe, no había fiesta en el Club Social, ni boda, cumpleaños o
bautizo donde no estuviera el conjunto de Chalino y sus mchachos, haciendo
alusión al trío de hermanos ya con cierta edad cronológica, pero con ese
espíritu juvenil encendido en la ejecución musical, deleitándose también al
sentir la animada respuesta de nuestra gente, cada vez que ejecutaba uno de sus
temas musicales, en esos salones o pistas de baile repletos de entusiastas.
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